Desde esta columna, vamos a aprovechar el verano para poner sobre la mesa algunas ideas sobre asuntos relevantes e imprescindibles para mejorar, en serio, la vida en la Ciudad. Para empezar nos ocuparemos del deficit de espacios verdes.

Resulta conocido que Buenos Aires se acerca a los 2m2 verdes/habitantes, con una distribución desigual entre las Comunas, siendo particularmente crítica la situación de las comunas más densamente pobladas, tal como se puede apreciar en los siguientes cuadros.

(Fuente: DGEyC. Ministerio de Hacienda, GCBA. Sobre datos del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, Dirección General de Espacios Verdes)

El déficit de Buenos Aires contrasta con los 10m2/hab que ostentan ciudades tan disimiles, en población, tamaño y geografía, como México DF, Bogotá, Sao Paulo, Río de Janeiro, La Habana, Curitiba, Panamá o San Miguel de Tucumán, entre otras (Informe “Perspectivas del Medio Ambiente en América Latina y el Caribe de PNUMA-2012 -pag 159).

Desde la recuperación de la democracia ha sido muy poco lo que las gestiones locales han hecho para revertir esta situación. Por el contrario, en los últimos años la situación se ha agravado. Como vimos en la columna anterior, la incorporación de nuevas tierras a la trama urbana, a partir de la recuperación de terrenos ferroviarios, apenas agrega espacio verde para contrarestar los nuevos metros cuadrados construidos pero ni siquiera alcanza para compensar la mayor población que se proyecta sumar a los barrios involucrados. O sea, medido en m2 por habitante la situación empeoraría.

En 2014, el gobierno de la Ciudad presentó un Plan (basado en un interesante estudio de la arquitecta María Emilia Pérsico) con el que intentaría revertir esta situación, pero sin especificar cómo se financiaría y en qué plazos. Puro marketing con mucha prensa y poca concreción.

Desde nuestra perspectiva, cualquier plan debe empezar por conservar el stock de espacio público verde disponible actualmente, considerando como tal toda superficie absorbente de más de 120 m2, que sea de libre uso o acceso para cualquier persona que transita por la Ciudad.

Estos espacios integrarían un Banco de Espacio Público Verde que sería administrado por el ministerio respectivo. Podrán existir razones válidas (como por ejemplo, la construcción de nueva infraestructura social -escuelas, servicios de salud, etc) que justifiquen desafectar espacio verde del Banco, pero en tal caso, se lo deberá reemplazar por nuevo espacio verde de la misma dimensión, preferentemente en el mismo barrio o comuna donde estaba el espacio verde resignado. El mismo criterio se aplicaría para un espacio ya existente que pierde una parte para la concesión de un servicio (por ejemplo, los famosos bares en las plazas).

Los espacios verdes de una Ciudad cumplen una doble función como espacios de recreación y como “unidades ambientales”, en la medida que proveen del soporte necesario para el desarrollo de la biodiversidad, aportan el oxígeno necesario para el desarrollo de la vida, reducen la contaminación, fijan el CO2, regulan la temperatura y evitan la erosión del suelo, favoreciendo el metabolismo natural del ecosistema urbano (Pérsico).

A su vez, las diferentes escalas de espacios verdes responden a necesidades diferentes. Mientras que los grandes parques contribuyen a mitigar algunos de los efectos ambientales dañinos de mayor escala, las plazas y parques de escala barrial lo hacen con los de su entorno inmediato. Esto exige pensar en nuevos espacios verdes de grandes dimensiones distribuidos en las comunas más críticas y también en nuevas plazas de escala barrial, a un promedio de una por barrio. Incluso supone el desafío de pensar en un parque de escala metropolitana, en conjunto con algún partido del Conurbano bonaerense.

El desafío exige fijar metas de cumplimiento, que permitan evaluar el grado de avance del Plan. Una meta conservadora sería ampliar el stock de espacio público verde, un 20% cada 5 años (medido en metros cuadrados por habitante). Una meta más acorde a la urgencia del problema estaría en torno al 50% cada 5 años. En las Comunas con un stock de espacio público verde inferior al promedio general de la Ciudad, así como en las Comunas que se encuentran en zonas de riesgo hídrico, la ampliación debería ser más acelerada y exigente.

En todo caso, el avance de cualquier Plan dependerá de los recursos públicos que se dispongan así como de un nuevo direccionamiento en la gestión de las tierras propiedad del estado local y del Estado nacional hacia este fin. Por ejemplo, mediante la recuperación de tierras de dominio del Estado Nacional; la revisión de las concesiones y permisos precarios sobre espacio público factible de ser transformado en espacio público verde; la recuperación del espacio ribereño. Por otra parte, la conformación de parques lineales, como un mecanismo de integración de diferentes tramas urbanas, es otro mecanismo idóneo en el diseño de nuevas tramas urbanas. Las nuevas urbanizaciones que se aprueben deben aportar espacio verde por encima de la tasa de ocupación habitacional proyectada en cada caso.

La creación de un Fondo de afectación específica, administrado por el Banco sería también un instrumento adecuado para dotar al Plan de viabilidad y sustentabilidad, a lo largo del tiempo, desafectándolo de las coyunturas políticas y los caprichos de los gobiernos de turno. Este Fondo se podría intregar con aportes genuinos del Tesoro (apróximadamente entre el 1,5 y el 3% de los ingresos anuales), donaciones, compra de inmuebles en subasta pública, convenios con otros organismos públicos, cesiones obligatorias por urbanización, prescripciones adquisitivas del Estado o expropiaciones.

Como se puede ver, se trata de un problema importante que exige el diseño de políticas públicas de envergadura, que no parecen posibles si antes no opera un cambio de paradigma en el manejo de los asuntos urbanos, priorizando el bien común y la mejora de la calidad de vida de la población por sobre la maximización de la renta del suelo urbano. Algo dificil de pensar que suceda con los gobiernos actuales.

(Nota de opinión publicada en el portal www.nuevaciudad.info el 07/01/2015).