Prioridades encontradas

Cuando se analizan los debates y peleas al interior del Frente Amplio Unen suele preponderar la visión de que todo es producto del narcisismo de sus dirigentes, de peleas de cartel.

Sin negar que tal cosa acontezca, creemos que no es suficiente para explicar las razones del fracaso anticipado de una propuesta que, como su nombre lo insinúa, habría nacido para superar las diferencias dentro del amplio abanico de fuerzas políticas no peronistas.

En rigor, en el FAUNEN conviven lógicas y visiones antagónicas sobre las prioridades del 2015, aunque con una coincidencia letal: el FAUNEN sólo no sería suficiente para alcanzar los objetivos que estarían detrás de las prioridades que aparecen, en la escena pública, con mayor potencia para mover el tablero.

Identificamos 4 lineamientos de prioridades que conviven dificultosamente hacia el interior de este Frente, a las cuales nos referiremos a continuación.  

Prioridad 1. VOLVER A LA REPÚBLICA. Se expresaría más o menos así: Terminar con el Kirchnerismo e iniciar un proceso de “recuperación de la República” que incluiría la depuración del Poder Judicial, la prisión de Cristina Fernández de Kirchner y sus secuaces, y la persecución de las mafias enquistadas en el “aparato de PJ”, en sus variantes k (Aníbal Fernández, por caso) y no k (Sergio Massa).

La abanderada de esta postura es Elisa Carrió. Nadie puede negar que venga sosteniendo esta posición desde hace muchos años, incluso cuando alguno de sus socios y protegidos (actuales y pasados) revistaban en las filas del kirchnerismo.

Según esta visión con FAUNEN sólo no alcanza. Es imprescindible la unidad de todo el espacio político no PJ, a lo largo y ancho de país, detrás de una candidatura presidencial común, a definirse en las PASO.  De ahí la necesidad del acuerdo con el Pro de Mauricio Macri, única fuerza nacional que, pese a tener una importante representación del PJ, estaría dispuesta a sumarse a la cruzada (quizás más por conveniencia que por convicción).

Esta estrategia exige la subordinación de las estrategias locales al proyecto nacional. No sirve de nada ganar tal o cual provincia, sostienen, si primero no se gana la Nación. No es que desalienten las opciones competitivas que pudiera haber a nivel local, sino que éstas deben ajustarse al encuadramiento dado a nivel nacional.  

Prioridad 2. VOLVER A GOBERNAR. Se expresaría así: Recuperar la mayor cantidad de gobernaciones e intendencias que se puedan, a lo largo y ancho del país, incluso cuando no se logré la presidencia de la Nación.

Representan esta postura la conducción de la UCR (Ernesto Sanz, Gerardo Morales, Mario Negri) y los liderazgos locales con posibilidades ciertas de disputar con éxito sus distritos. Si el radicalismo sigue existiendo como fuerza política nacional, después del fracaso de de la Rúa y las estocadas del kirchnerismo, ha sido en gran medida mérito de estos hombres.

Según esta postura con FAUNEN sólo no alcanza. De hecho, afirman, algunos de los partidos de la alianza son muy débiles como fuerzas electorales locales en la mayoría de los distritos donde los candidatos radicales tienen chances de ganar.

El objetivo exigiría mayor amplitud a la hora de analizar alianzas a nivel local. Está claro que el adversario es el kirchnerismo y sus aliados del “aparato del PJ”. Todos los demás pueden ser necesarios, aun cuando representen la versión del PJ no kirchnerista.

Desde esta postura, la necesidad de “recuperar la República” queda relegada a un segundo plano. Es viable mientras no impida alcanzar los objetivos locales. Lo mismo puede decirse de la candidatura presidencial del espacio. Es obvio que la tiene que haber -dicen- pero tiene que ser lo suficientemente flexible como para aceptar y contener las realidades locales. Queda picando la pregunta sobre cuánto debilita esta estrategia a la candidatura presidencial del espacio.

Desde nuestro punto de vista, ese debilitamiento es evidente y sólo se podría atemperar si no hay un solo tipo de acuerdo local. O sea, si en una provincia van aliados al Frente Renovador, en otra van con el Pro, en otra con los dos, y en otras solo como Faunen.

En un momento parecía que podía haber una convergencia virtuosa entra estas dos estrategias disímiles a partir del acuerdo con Mauricio Macri, que mostraba cierta capacidad de ampliar o consolidar el electorado de las opciones locales, pero la “cuña Massa” introducida por Gerardo Morales puso en duda que fuera a ser así. Y volvió a instalar el abismo entre estas dos visiones.  

Prioridad 3. VOLVER A LO QUE ESTÁBAMOS. Su propósito sería unir todo el arco progresista no PJ ni populista, detrás de un programa de 20 puntos, y pelear por liderarlo, a través del mecanismo de las PASO.

Expresan esta postura el Partido Socialista de Hermes Binner y el GEN de Margarita Stolbizer, que siguen presentándose como FAP (Frente Amplio Progresista). Con el mérito de gobernar decente y eficientemente, una de las 3 provincias más importantes del país, arrebatada, luego de un largo caminar, a una de las peores expresiones del “aparato del PJ”, ellos protagonizaron la mayor novedad que dejaron las elecciones presidenciales de 2011. Y con esos créditos se pusieron a construir con vistas al 2015. Los resultados de las elecciones del 2013, con el protagonismo destellante de Lilita y Pino, los obligó a ensayar un marco de acuerdo con personas con las que tienen pavimentada una autopista de desacuerdos (ideológicos y de los otros).

Para esta postura, con el FAUNEN alcanza ¡y sobra! Reconocen la importancia de “recuperar la República” y acabar con las mafias enquistadas en el PJ. Y también la importancia de ganar gobernaciones e intendencias. Pero, para ellos, ambas cuestiones deben encararse de manera simultánea y solo son posibles si previamente se consolida la unidad del espacio.

Y para consolidar esa unidad es imprescindible definir un acuerdo programático que los contenga a todos, más allá de las diferentes visiones del país y del mundo que anidan en su interior y los vaivenes de todo el espacio en este punto.

Para esta visión, una de las razones del fracaso de la Alianza  es la preponderancia del radicalismo por sobre el Frepaso. Por el contrario, el éxito del Frente Progresista en Santa Fe estaría posibilitado por la dominancia del Socialismo sobre el radicalismo, garantizando así la  puesta en marcha de un programa de gobierno, que aún en permanente negociación con sus socios y con los poderes concretos, pueden definir como progresista. Esto mismo es lo que hay que hacer en el FAUNEN, razonan. Y usando el mismo mecanismo: internas abiertas, obligatorias y simultáneas, a las que se presentarán, de ser posible, aliados a una parte del radicalismo.  

Prioridad 4. VOLVER A SER. Cobos. Ya sin Cristina pero con vos (como aspiración activa de quien ha demostrado capacidad para sobrevivir al ida y vuelta).

Para este hombre, el FAUNEN es el máximo marco de acuerdo al que puede aspirar, desde el momento que decidió volver a atar su futuro al del partido al que supo abandonar. Podría haber ensayado la variante Massa o Macri, pero sabía que ahí lo máximo a lo que podía aspirar era lo que ya tenía asegurado acá: pelear por volver a la gobernación de Mendoza. Ni Macri ni Massa le iban a dar la posibilidad de competir por la presidencia y menos elegirlo como vicepresidente, cargo para el que demostró no ser de fiar.

Pero desde temprano constató (por si alguna duda tenía) que sus correligionarios, aquellos que sostuvieron el partido cuando él se fue, no se la iban a hacer fácil. O, dicho de otra manera, que van a hacer todo lo posible para que él nunca llegue a la presidencia de la República.

En ese marco, ensayó y ensaya acuerdos con todos los demás actores, sabiendo que es uno de los dos candidatos presidenciales del espacio mejor posicionados en las encuestas. Pero para que ese posicionamiento sea competitivo en la elección general, necesita que el espacio se fortalezca y se mantenga unido, así como está. Y esa necesidad es lo que lo ha acercado a Binner, su principal contendiente.

Identificado con el centro político, y cultor del pragmatismo, le presta poca atención a las discusiones programáticas, y consecuentemente a las apelaciones a “recuperar la República” o acabar con las mafias del PJ. Nada importa si el que gana no es él. Y si esto no funciona, volverá a por la gobernación de Mendoza, aunque no parece muy entusiasmado con esa empresa.  

Conclusión. Punto de Equilibrio. Esta divergencia de prioridades puede no ser suficiente para romper definitivamente el FAUNEN (ninguno aparece dispuesto a pagar el precio de la ruptura), pero si no encuentran un punto de equilibrio la debilidad de su propuesta y de las eventuales candidaturas que la representen va a ser muy grande. Y puede llevar a un resultado electoral peor incluso que si hoy se dividieran y cada sector desplegara libremente su prioridad.

¿Cuál sería ese punto de equilibrio? Es una pregunta con respuesta abierta.

 

NOTA: Escribo estas reflexiones por una necesidad personal de entender las razones que hay detrás de tanto daño autoinfligido, de tanto derroche de capital político, en tan poco tiempo. Como una necesidad de aprender lo que no hay que hacer si se quiere construir una verdadera y consistente alternativa para gobernar el país.

Cada estrategia tiene su lógica. Todas son muy racionales. Lo que no tiene lógica es juntarlas sin antes preguntarse si es posible amalgamarlas o crear un paraguas capaz de contenerlas. Y así evitar el ridículo.

 

(Este artículo fue publicado originalmente en el blog de El Estadista.com.ar, el 18/10/2014).