Pese al supuesto déficit se incrementa la fuga de ganancias en Metrovías

En el marco de una política de reasignación y recorte de subsidios a vastos sectores de la
economía, y en particular de servicios públicos, el Estado Nacional consideró propicio llevar
adelante diferentes medidas tendientes a reducir el costo fiscal y el peso de dichas
erogaciones en el Presupuesto Nacional. En dicho contexto, firmó con el GCBA un acta
acuerdo mediante la cual se transfería el servicio del subterráneo al ámbito local. El acta
acuerdo en cuestión estableció, entre otras aspectos, que la Nación se comprometía a
poner la mitad de los subsidios necesarios para mantener la tarifa en $1.10 en 2012,
cesando los aportes a partir de 2013. Según estimaciones del Gobierno Nacional, el
requerimiento de fondos por parte de Metrovías SA – empresa operadora del subte-
ascendía en 2012 a $720 millones.

En este marco, el GCBA optó por ejercer la potestad tarifaria y cubrir los $360 millones que
le correspondían a través de un aumento del costo del pasaje. En consecuencia, la tarifa se
incremento un 127% pasando a $2.50.

La cantidad de pasajeros descendió por efecto del aumento de la tarifa, lo cual implicó una
merma en la facturación por el servicio de transporte que presta la empresa. Dicha
situación desencadenó una serie de reclamos de Metrovías, argumentando que la situación
financiera del concesionario se encontraba fuertemente comprometida.

El aumento fue el punto de partida para un largo y conflictivo proceso que podría
finalmente finalizar con la efectiva transferencia del Subterráneo a la órbita del Gobierno
de la Ciudad de Buenos Aires.

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