Esta semana, el Gobierno de la Ciudad anunció un plan muy ambicioso -aunque muy extendido en el tiempo- para revertir las serias deficiencias de espacios verdes en todo el territorio. Este Plan está elaborado en base a un trabajo realizado por la arquitecta María Emilia Pérsico, funcionaria del Ministerio de Desarrollo Urbano. El cuadro que acompaña este posteo está en este trabajo y es un resumen muy ilustrativo de la gravedad del problema.
Al mismo tiempo, el gobierno toma medidas e impulsa proyectos privados que van en contra de los buenos objetivos de este plan. Desde un “microestadio” para 18 mil espectadores, con hotel y comercios incluidos, en Balvanera, uno de los barrios más críticos en cuanto a la falta de espacios verdes; a la entrega de decenas de hectáreas de espacios verdes en el sur de la Ciudad para diferentes proyectos comerciales y de servicios. En ningún caso, la pérdida de ese espacio es compensada, por ejemplo, con nuevo espacio verde en la zona afectada u otra. Así el espacio verde que se pierde no se recupera.
En nuestro paso por la Legislatura presentamos un proyecto de ley (Proyecto 2095-D-2013) que, partiendo del stock actual de espacio verde público, que sería un “grado 0”, proponía una primera meta de ampliación para el 2020. Y, lo que es central en un proyecto de este tipo, creaba su fuente de financiamiento. Lo adjunto.
Este tema nos parece central en la agenda de políticas públicas que apuntan a mejorar la deteriorada calidad de vida de los que vivimos en la Ciudad y la extensa región metropolitana.
